Me acaban de informar de que el VIPS de la Calle Orense con Sor Ángela de la Cruz cierra el 30 de junio. La noticia me afecta porque desde hace 9 años es mi sitio de desayuno los fines de semana. Y no por casualidad, cercanía o rutina.
Quiero poner el foco en este VIPS en particular y no en toda la cadena porque han sido las personas de este local, con nombre y apellidos, las que han forjado mi experiencia de cliente. Personas que han hecho su trabajo de manera excelente y que gracias a ello han transmitido una determinada imagen de marca de su empresa de manera constante, adaptándose a los cambios (no pocos) que han ido surgiendo desde 2012.
Concreto algunos factores que, intuyo, pueden estar detrás del éxito:
- Una cuidada selección de personas, con una gran orientación al servicio y una gran capacidad de interacción con los clientes. Resultado: personas amables y risueñas que atiende con profesionalidad y cercanía.
- Una buena estrategia de comunicación y formación para mantener a los empleados al día sobre los productos, las promociones y los procesos. Resultado: personas implicadas en informar a los clientes sobre el servicio y las novedades.
- Un buen espíritu de trabajo en equipo. Resultado: personas que trabajan coordinadas, que no dudan en ayudarse, que comparten conocimiento y que contagian capacidad de servicio.
- Un trato personalizado de las circunstancias personales de los empleados. Resultado: personas que hablan bien de su empresa y que se comprometen.
En lo que a la experiencia de cliente se refiere, veo un clarísimo caso de éxito en la gestión de personas que se ha llevado a cabo en el VIPS de Sor Ángela de la Cruz, 79. Una plantilla cuyo nivel de desempeño me ha traslado una excelente imagen de marca de su empresa.
Gracias a todo el equipo VIPS por tantos años de servicio y especialmente a María, Mary, Teo y Katy.