Todas las empresas tienen su cultura organizacional. Puede ser más o menos explícita, pero la forma de hacer las cosas nos define y nos posiciona. Silenciosamente guía nuestros actos y, consecuentemente, nuestros resultados.
Todas las empresas tienen su cultura organizacional. Puede ser más o menos explícita, pero la forma de hacer las cosas nos define y nos posiciona. Silenciosamente guía nuestros actos y, consecuentemente, nuestros resultados.